El camino interior del masaje tailandés: una danza de autenticidad.

El Masaje Tailandés es como una danza solitaria en el vasto escenario de la vida. En un mundo que aplaude lo espectacular y lo superficial, este camino se desliza en silencio, como sombras que se mueven en la noche.

No estoy aquí para hacer, sino para deshacer las capas que la sociedad ha impuesto sobre nosotros. A medida que me libero de estas capas, me acerco a mi verdadero yo y aprendo a abrazarlo con amor. A partir de este amor propio brota la comprensión y empatía hacia los demás.

Mi viaje es hacia adentro, hacia las profundidades de mi ser. Resistir las tentaciones de lo mundano y las tendencias fugaces requiere coraje. No es una rebelión vacía, ni una conformidad ciega; es una danza en el borde del equilibrio.

En el Masaje Tailandés, he encontrado un camino que me lleva al corazón de la realidad. La transformación implica desprenderse de la mediocridad y escuchar la voz auténtica que yace bajo capas de ruido. Esta voz, la esencia de la existencia, susurra en los momentos más silenciosos.

El camino hacia la liberación es como caminar por la estrecha cima de una montaña. Muchos creen que luchan por la libertad, solo para descubrir que la verdadera batalla es interna.

Mi enseñanza es simple: comprende tus emociones, desenmascara las ilusiones y mantén tu mirada enfocada en lo esencial. Este proceso está tejido con hilos de amor y comprensión.

En este viaje del Masaje Tailandés, te envío amor y luz.
Alejandro Candela.


En memoria de Ajarn Pichest Boonthumme (1958 - 2023), quien iluminó nuestro camino.

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En memoria de Ajarn Pichest Boonthumme 1958 - 2023